viernes, 5 de noviembre de 2010

Nos queda mucho por recorrer.

Descubrí que marchabas frente a mí, y que yo te seguía sin preguntar a dónde íbamos. Veía mis huellas si volteaba hacia atrás, pero no hacía el camino hacia adelante. Siempre pisé donde pisabas, me paseaste por lugares que no conocía, me hiciste pasar por otros que no quería, y quedaron sólo mis huellas como evidencia, las tuyas desaparecían. Mi pisada borró la tuya, la mía no la ha borrado el viento. Decidí escapar, dejarte caminar solo, y así poder marcar el comienzo de un nuevo camino, uno que sólo yo pueda recorrer, uno en el que no estén tus huellas. Un camino que sea solo mío. Quizás, por aquello de que el mundo es redondo, nos encontremos en algún lugar a lo largo del camino, quién sabe. Habremos pasado por muchos lugares, habremos recorrido nuevos espacios. Habremos cambiado de rumbo demasiadas veces com para contar. Aún nos queda mucho por recorrer, echaré a andar. Quizás, nos encontramos en Roma.

"...caminante no hay camino
se hace camino al andar..."